jueves, 9 de junio de 2011

ROSARIO TIJERAS

...aunque ellos no me entendieron, pensaron que yo quería salvarme de la droga que contamina el cuerpo y las venas y no de la otra, la que entra por debajo y por los ojos, la que se enquista en el corazón y lo corroe, la maldita droga que los más ingenuos llaman amor, pero que es tan nociva y mortal como la que se consigue en las calles envuelta en paqueticos. ("Rosario Tijeras")

"Me puse la almohada sobre la cara y lloré, me la apreté con fuerza para que no me entrara aire ni me saliera llanto, para morirme como quería en ese instante, junto a ella y después de haber tocado el cielo, muerto de amor como ya nadie se muere, seguro de no poder vivir ya más con el desprecio..." ('Rosario Tijeras' por Jorge Franco Ramos)